Un líquido le llevó a otro, una dolencia que le impedía caminar le orientó a lo que desde hace años es su gran pasión, la natación. A Juan Antonio Peña Medina (Telde, 30 años) le diagnosticaron cuando tenía cinco años sinovitis de cadera, que le obligó a ingresar en el hospital Materno Infantil. De esa experiencia y del tratamiento, basado en un largo reposo y luego en la piscina del polideportivo Paco Artiles, Juan Antonio, edil de Unidos por Gran Canaria, se recuperó. Ahora es un consumado nadador que este año ha logrado el subcampeonato de España en la categoría Máster. Toda una historia de superación.
Juan Antonio Peña Medina, residente en el barrio de San Gregorio, es uno de los concejales más jóvenes de la actual corporación municipal. Aunque novato en las lides de las Casas Consistoriales, ya que fue elegido edil en mayo de 2015 por Unidos por Gran Canaria (UxGC), protagoniza el relevo generacional en la formación fundada por los hermanos Guillermo y Carmelo Reyes.
De hecho, es el portavoz del tercer grupo político más votado en la corporación municipal y suyas han sido algunas de las mociones que más repercursión han tenido en los medios de comunicación. Así, la relativa a la declaración de Telde como ciudad amiga de los circos sin animales o la más sonada de Telde, la declaración de ciudad amiga de las cabras, han sido dos de sus grandes momentos en este mandato, pero no los únicos. Sus preguntas a los miembros del gobierno local o incluso a los funcionarios públicos le colocan como uno de los ediles más fiscalizadores del Consistorio, tanto en los plenos como en las comisiones.
Peña Medina, sin embargo, ya tenía una trayectoria de compromiso social y político desde el anterior mandato municipal, donde incluso le ofrecieron ir en las listas de Unidos, que rechazó. «Entré en política siguiendo la actividad que realizaba Guillermo Reyes y luego a nivel personal cuando lo conocí mejor. Ahora soy secretario de comunicación del partido y también portavoz, algo novedoso porque es la primera vez que sus fundadores no ostentan el cargo y lo delegan en otra persona», argumenta Juan Antonio, pendiente del proyecto de fin de carrera para licenciarse en Periodismo por la Universidad Carlos III, de Madrid.
Su faceta de periodista la inició en Televisión Canaria como guionista y luego en Antena 3, pero ahora está plenamente dedicado a la política, aunque con esporádicas colaboraciones informativas, como las realizadas con Fernando Báez, más conocido como el padre Báez, un fenómeno mediático por su defensa de la idiosincracia canaria. «Mi intención es volver al periodismo, el de actualidad, porque cada día me levanto con una fecha de caducidad para mi actividad como político, el año 2019 [fin del actual mandato municipal]. Ahora quiero aprender y disfrutar de esta experiencia, de colaborar en la mejora del municipio y ayudar a los ciudadanos, que te ven como concejal, seas del gobierno o no, y te consultan o presentan quejas. He ayudado en este primer año a muchas personas y espero seguir haciéndolo de aquí a que acabe este mandato».
En el estado de su perfil en el móvil tiene escrito Wasabi, esa salsa picantona japonesa, pero quizás le vendría mejor el dicho Hacer de las dificultades oportunidades, dada su trayectoria personal. Recuerda como si fuera ahora que la sinovitis de cadera le atacó cuando solo contaba cinco años e inició su calvario médico, sobre todo para alguien con esa corta edad y que «con el cambio de estaciones», señala, «me volvía a dejar sin caminar». Ingresó en el Materno Infantil para enfrentarse a la enfermedad. «El médico me mandó reposo y con el paso de las revisiones me recomendó luego la natación. Pero con seis o siete años lloraba porque tenía que ir a la piscina del polideportivo Paco Artiles y gracias a la insistencia de mi madre que me llevaba acabé en natación porque era la única actividad que podía realizar. En el colegio estaba exento de la gimnasia y de otras actividades deportivas, por lo que terminé en el mundo de la natación», evoca mientras apura su cortado largo.
Sus comienzos como nadador federado se remontan a 20 años atrás. «Me llamaron del club de natación Faynagua Ciudad de Telde para hacerme unas pruebas y empecé a mejorar la técnica en natación y desde los 13 años empecé a competir en los campeonatos de España», apunta Juan Antonio Peña. Ha sido muchas veces campeón de Canarias y hasta el subcampeonato nacional logrado hace un mes en la competición nacional de categoría Máster en 100 metros mariposa, su mejor puesto en unos campeonatos estatales había sido el quinto. En su actual categoría, la Máster, Peña Medina es campeón regional en las distancia de 100 y 50 metros mariposa y 50 metros libres. Su triunfo en los últimos nacionales, celebrados en Gran Canaria, lo compartió con sus compañeros Cristina Rosario y Miguel Santana.
«Es la primera vez que Telde consigue una medalla en natación en un campeonato de España», añade, logro reconocido por la alcaldesa, Carmen Hernández, en el último pleno ordinario. Un gesto que aunque Peña agradece le deja una espinita clavada con el grupo de gobierno. «En Deportes han recibido primero a otros deportistas teldenses con peor clasificación que nosotros y no se han dignado a invitarnos, me parece sectarismo, ya que el hecho de que yo sea concejal de otro partido no debería mezclarse con mi actividad deportiva», critica.
La modalidad de pruebas de mariposa no fue una elección suya, sino que fueron sus monitores en Faynagua quienes le orientaron hacia esta estilo y distancias, además del croll. Para él el club es como una familia, donde todos se apoyan y ayudan, en un momento de auge para este deporte, «pese a que en Telde no se pueden disputar pruebas porque no hay poyetes para lanzarse a la piscina, están abandonados en una azotea», alega.
Asimismo, lamenta que para realizar competiciones y entrenamientos haya que desplazarse a la piscina de Vecindario o a la del Julio Navarro, en la capital grancanaria. «Aquí, en Telde, cuando se hacen obras en la única piscina que hay, la del Paco Artiles, significa prácticamente la desaparición de un club de natación porque los padres tienen que llevar a sus hijos a otros municipios o fletar una guagua, otro gasto para las familias. De hecho, el Faynagua es la unión de los antiguos Faycán e Inagua».
No se plantea dejar la natación: «Ya no puedo vivir sin la natación, para mí es una desconexión de todo y seguiré practicándola mientras pueda», sentencia muy convencido Juan Antonio Peña.
La Provincia-Dlp