Los actos vandálicos se cebaron meses atrás con contenedores o con la Casa de la Condesa, pero ahora le ha tocado el turno también a juegos infantiles y a baños públicos de Jinámar. Tras el fin de semana aparecieron rotos balancines en Cánovas del Castillo y los sanitarios del parque de la Condesa sin los depósitos.
El concejal de Parques y Jardines de Telde, Álvaro Monzón, se desayuna un día sí y otro también con el aviso de los trabajadores del área sobre algún acto de vandalismo en zonas recreativas del municipio. Este lunes la novedad fue que un balancín del sector de Cánovas del Castillo había sido arrancado, mientras que los cacos robaron los depósitos de los inodoros del recinto de Jinámar. Pese a ser hechos aislados, desde el Ayuntamiento insisten que este tipo de daños no sólo van en detrimento de los usuarios, sino también de las arcas municipales, que es de donde tiene que salir el presupuesto para poder reponerlos.
Este panorama se une al problema que ya arrastraban varios espacios infantiles y parques, balizados en parte tras quedar inutilizados por las intensas lluvias del pasado mes de octubre. No sólo las playas sufrieron desperfectos, sino que todavía hay sectores de recintos recreativos que aún no han podido ser abiertos.
Por ejemplo, una zona de juegos del parque de San Gregorio, en La Barranquera, permanece cerrada tras levantarse las baldosas de corcho. Espacios de ocio de El Cascajo, en Jinámar, o del parque urbano de San Juan, tampoco han podido ser arreglados tras la tromba de agua. Los operarios se afanaban ayer para acondicionar las instalaciones de Las Mil Palmeras.
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